Ni siquiera sabía si querías que fuese sincera, pero soy así por naturaleza. Para qué esconder lo que de verdad pienso y engañarte, autoengañarme, quejarme y vomitar. Al fin y al cabo todos vamos a tener que tragar, y cuanto antes hagamos la digestión, mejor.
Pues no, nadie es de piedra.
ResponderEliminarY menos mal...
Es mejor ser sincera, poner las cartas sobre la mesa y que después, pase lo que tenga que pasar...
ResponderEliminarSoy la amiga de isa que sigue tu blog.
=)