miércoles, 22 de junio de 2011

Tus mentiras y las mías.

Estoy aquí porque estoy despierta.

He intentado seguir la teoría de Keyes, ''cerrar capítulos''. En los libros de bolsillo tampoco es tan difícil, las pastas son ligeras, la encuadernación flexible que te atrapa, el papel fino, el olor a tinta concentrada...
Los libros de pastas duras siguen una filosofía diferente, son tan rígidos que puedes estar en la cama y apoyarlos en tu pecho, pesan, y cuando pasas una página cuenta por dos, la textura es diferente, las manos aprietan fuerte para que no se resbale; cuando estás en el principio es imposible que se quede abierto, se cierra.
Como tú has hecho que haga por todo lo que pasa. Cerrar al abrir. Y que las puertas nunca estén abiertas. Me agarré a lo que creía que era una verdad absoluta, el vencer a una mente racional por una plagada por el virus de la imaginación. Me contaste historias sacadas de no sé dónde, escuchaba atenta, con los ojos como platos, soñaba con esas historias como si yo misma las hubiese vivido bajo mi piel. Llegué a tener cicatrices, que intentaste curar con falsas palabras. Y volvía a caer. Y no me dejabas avanzar. Llegaste a conocer demasiado de mí, y tu punto fuerte: mis puntos débiles. Me daba rabia, realmente me daba rabia que supieses tanto; supongo que es por eso que ahora me asusta que alguien tenga claro cómo voy a actuar, por qué o qué necesito. Te has llevado las ganas que tenía de echar a correr, pero no para huir; sino para ver mundo y seguir viva para contarlo. Te fuiste porque te eché, descubrí lo que no había querido ver. Tus mentiras, tus continuas mentiras. Mi falsa realidad.
Creía que había sido capaz de seguir leyendo y escribiendo a la vez, pero vuelves, una y otra vez; para recordarme que todas esas canciones, que todo lo que creía tener, no me pertenecía.
Y aquí sigo, intentando confeccionar un manual de instrucciones o de advertencias, intentando rascar, raspar, limar, ir de frente sin seguir ninguna corriente. ''Defender mi ideología, buena o mala pelo mía''.
Que sí, que hay algo que ha hecho que me cierre en banda porque antes no era difícil erizar mi piel, que temblase el mundo, que estallase al reír. Que ya no tengo las mismas agujetas, por tus mentiras y las mías.

domingo, 19 de junio de 2011

Muy lejos.

Cuando algo quiere que salir mal, sale peor.
Faltaron razones, sobraron motivos.



"We tried our best to find us.
Piece by piece we fall apart,
with every beat slows down my heart.
So I’ll just say what you won’t say,
and I'll take the blame if it is for your sake.
No turning back on what you can’t save

So
far gone, we’re so far gone"

James Blunt - So far gone

jueves, 16 de junio de 2011

We only have one night.

Se encontraron al salir del mundo. Se besaron, se dijeron todo lo que tenían que decirse sin palabras. Se comieron la mirada. Bebieron y se bebieron.

Y después a la vuelta; descompusieron los recuerdos, desquebrajados y nublados. Sin sentido.

Pero en momentos de lucidez, vueven a planear otra salida del mundo ó en su defecto, un asalto al mundo.




Because we only had one night.

martes, 14 de junio de 2011

Let the good times roll.

Realmente fue un día raro. De esos que te levantas con ganas de comerte el mundo y te atreves con la montaña rusa más alta, el puente más alto, el café más cargado, la fruta más ácida, el coche más rápido, llegas a clase después de una bronca con un motero en la autovía, pero llegas decidida a que nada amargue el día, (hay que estar concentrados, hay que estar concentrados, época de examenes, se escucha eso por todas partes), dejas la maqueta, el profesor bien; charlas con tus amigas que no pasan por un buen momento y tú no sabes cómo animarlas; sales corriendo casi soñando con la cinta, la música, la bici, porque el día está empezando a ir raro, el tiempo está raro, y tú desafiándolo en manga corta. Los apuntes no te inspiran, no quieres ni pensar, te duele la mano de escribir, porque llevas un mes dibujando y haciendo maquetas. Falta de entrenamiento. No es una queja, que conste.
La insatisfacción se nubla como en la calle, la academia bien, todo bien, pero el mundo está neutro, nada inspira, ni relaja. Y eso me pone de los nervios. Y lo peor, andar sola escuchando música lenta ensimismada no ayuda mucho si quieres mantenerte viva cruzando en rojo, te recorre un escalofrío de soledad e impotencia pero luego ves una Kawasaki y te da por sonreír porque nadie se cree mi vena motera.

Y nada, que la montaña rusa se ha parado justo en el looping y ahora estoy boca abajo.



Pero no; tampoco tengo vértigo y tampoco sé lo que tengo.



Kawasaki EX 500 en Mentiras Arriesgadas

domingo, 12 de junio de 2011

De mi miedo a las alturas.

De todo lo que guardo y no escondo.
Porque sí, a veces hasta mis debilidades son más fuertes que yo.