martes, 27 de marzo de 2012

Pero la luz era otra.


 ROJO

Éramos nosotros, nosotros mismos. Pero la luz era otra. El espacio estaba lleno, la lluvia caliente en el cristal, las hojas de los libros subrayadas, el cigarro encendido en la ventana, los enredos en el pelo, el olor a café por la mañana, y la humedad de tu boca iba dejando en sequía la mía.
Compartíamos una manía desdoblando esquinas en las páginas de los libros de las bibliotecas. Bailamos entre las ruinas de lo que dejamos, escondido, para que nadie lo encontrase. Estaba intacto, igual de frágil, igual de delicado.

Y ahora... Me resulta inconcebible que tengas tanta visión para unas cosas y tan poca vista para otras.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La noche, mejor la noche.

Porto, La Ribeira.
El día que le sirva la primera copa. La noche que se la beba de un trago. El día que mi límite chille. El dia que esté y no tenga ganas de meterme en su cama. El día que le ate algo que no sea tierra de nadie. El día que sea capaz de mantenerme la mirada sin sonreír. El día que yo siga en la cama y no se oiga la ducha. La noche, la noche en la que sólo quiera dormir. El día que se me quiten las ganas de contestarle. El día que le levante la voz.

El día que me levante, abra la puerta, gire el pomo, en más de un paso suspire, coja el mango por el otro lado, cierre... para no volver a abrir.

Las cosas son lo que parecen.